Recuerdo de Juventud Con los Amigos

Recuerdo de juventud con los amigos

Parte 1

Ahora soy un viejo faraón de Egipto, quien lo diría, queridos escribanos. Ahora ustedes serán los encargados de que la historia de mi vida y mis éxitos se divulgen por los siglos de los siglos y para ello empiezo a hablar de mis orígenes en Macedonia, ublicada en el país del norte, muy lejos de nuestro Sagrado Egipto. Como les decía, nací en Macedonia, una tierra que fue hecha por los dioses con sus enormes montañas y que se distingue por ser sus suelos útiles para cultivar trigo, pastos y criar animales,contando con un clima muy frío en el invierno y en verano muy caluroso. Ah, mis queridos amigos, la mayoría de los habitantes desde antes de que yo naciera vivían del pastoreo, es decir, vendían los animales,se dedicaban a la agricultura y las mujeres tejían o hacían abrigos con las pieles de los animales. La vida era ardua porque debían trabajar duramente para vivir, además también se dedicaban a la caza. Los niños desde pequeños ayudaban a sus padres y no contaban los macedonios con maestros para sus pequeños.En cuanto a la forma de gobierno, puedo recordar que cada aldea de Macedonia estaba gobernaba por príncipe junto a otros nobles que tenían prestigio y he de destacar que los macedonios teníamos un rey pero era una figura decorativa porque las decisiones la tomaba el Consejo de Príncipes . Lamentablemente Macedonia no contaba con un ejército eficáz y los países vecinos como Iliria nos invadían, mataban a los campesinos, violaban a las mujeresy se apoderaban poco a poco de nuestros territorios hasta que un rey llamado Filipo de Macedonia tomó las riendas del país, junto con sus fieles servidores y estrategas Parmenión y Antípatro formaron un poderoso ejército y efecientemente vencían a los enemigos, además trajo maestros, medicos, y gente culta para enseñar a los habitantes macedonios a mejorar sus viviendas, a aplicar técnicas eficientes para los cultivos y este rey nos enseño a sentirnos orgullosos de nosotros mismos y no nos permitió que nos sintiéramos menos que los distintos pueblos de Grecia, como Atenas y Tebas.En cuanto a mí, puedo decir, que provenía de una familia rica siendos mis padres Lagos y mi madre Arsinoe y que vivíamos en una preciosa casa cerca de las montañas. Mi padre estaba muy poco con nosotros porque él debía servir al rey Filipo constantemente pero guardo recuerdos de él muy hermosos porque siempre me enseñó que debo luchar por las cosas que deseo,a estar orgulloso de lo que logro y a no rendirme antes las adversidades. Siempre me daba animadas enseñanzas a través de moralejas y los fines de semana que estaba en casa me llevaba a cazar junto a sus amigos. Con respecto a mi madre, puedo recordarla tejiendo bajo la galería, contándome cuentos por las noches con su suave vozy recorriendo todas las mañanas el jardían mientras yo jugaba con mi hermana de que era un gran guerrero montado a mi pony y cuando le ganaba siempre ella se largaba a llorar, me sentía un héroe como Hércules o Perseo, pero mi padre me dijo que no soñara ser rey porque nosotros no éramos herederos a ningún rey aunque éramos de familia noble, pero no importa, lo que quería es ser alguién que pueda ser felíz y recordado por mi valentía.Era de seís años y me consideraba una persona mesurada, tranquila, que aceptaba el destino que los dioses me daban y que le podía dar el color que podía y que quería a esa vida que me tocaba, no era miedoso pero lo desconocido me ponía nervioso, pienso que es normal en cualquier mortal.Mi vida empezaría a cambiar cuando mi padre me dijo una noche a solas bajos las estrellas que no viviría más en las montañas y le pregunté:- ¿Por que padre mío, no puedo estudiar en casa?, además debo cuidar a mamá, a mi hermana y a nuestros criados durante su ausencia.- Ël me dijo con una sonrisa - Hijo mío, si te quedas aquí puedes estudiar pero serás un mediocre sin mundo y sin amigos además en el futuro como hombre fuerte no sólo ayudará a la familia o al rey sino a Macedonia que necesita de niños fuertes e inteligente como tú para que ningún enemigo le haga daño. Instantáneamente lo comprendí y acepté el desafío de conocer gente nueva y sobretodo al valiente Rey Filipo.Llegó el momento, emprendí mi viaje a la capital de Macedonia, Pella. Al llegar pude ver una ciudad costera rodeada de aldeas y almacenes, el centro estaba la plaza central y rodeada de pequeñas aldeas y negocios,se podían apreciar hermosos lagos y montañas y finalmente llegamos al lujososo y blanco palacio del rey. El palacio tenía hermosas columnas, un enorme jardín, amplios ventanale. LLagamos junto a mi padre y el mayordomo nos hizo esperar en la sala hasta que el rey con una sonrisa abierta nos recibió y nos dio la bienvenida, luego le dijo a mi padre que lo acompañara a su oficina y a mi me dijo que esperara a su hijo, el príncipe Alejandro, que pronta bajaría de su habitación. Al irse mi padre y el rey a la oficina estuve solo y observaba las estatuas, los jarrones de oro que adornaban la sala del palacio hasta que llegase mis compañeros el príncipe Alejandro y los demás niños nobles como yo que estaban destinados a recibir la educación planificada por el rey.A los diez minutos, pude observar a un niño pequeño, rubio y de ojos azules que bajaba de las escaleras, mostraba una sonrisa y un carisma que hacia que lo siguieras hasta la luna si él te lo pedía. El se llamaba Alejandro y era hijo del rey. Yo pensaba que me encontraría con un príncipe agrandado y antipático pero supe que me equivoqué cuando pudo adivinar que estaba nervioso por la nueva vida. El me dijo que no debía de estar mal sino que debía ponerme fuerte y estudiar de que manera iba a dar lo mejor y que no mirase mis obstáculos, añadió que le intrigaba las situaciones nuevas pero me dijo que lo mejor era capacitarse para lograr ser el mejor en el futuro y que se propuso de que iba a ser grandioso y que nosotros debíamos hacer lo mismos.Finalmente con una sonrisa el príncipe decició contarme de su vida y yo le conté de mi vida en las montañas y me sentí feliz cuando oyo mis historias con estusiasmo. Charlamos mucho hasta que llegaran el profesor y nuestros compañeros. Continuará la parte dos.